Italia ultima un plan para convertir el centro histórico de Roma en el “área arqueológica urbana más grande del mundo” y cuya pieza central será el Coliseo, para el que prevé la recuperación de su arena.

Fuente: Gonzalo Sánchez – EFE | LA VANGUARDIA

Roma, 3 ene.-Los asesores del Ministerio de Cultura de Italia han dado luz verde a un ambicioso proyecto que pretende revitalizar el vasto y rico centro histórico de la capital con el fin de convertirlo en la zona arqueológica urbana de referencia. El punto fundamental de este plan es la recuperación de la arena del Coliseo, una plataforma central donde luchaban los gladiadores y que, de acuerdo a las cábalas del arqueólogo Daniele Manacorda, desapareció en el siglo XIX.

Fue precisamente este estudioso quien defendió la propuesta en un sonado artículo publicado el mes de julio en la revista “Archeo”. “¿Por qué no recuperar la arena del Coliseo que un día acogía juegos y espectáculos? Bien visto, la operación no haría más que dar un sentido al monumento y podría hacernos sentir las mismas emociones que experimentaban los turistas del XIX”, señaló.

La idea empezó a cobrar un cariz factible cuando, el pasado octubre, el ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, secundó su propuesta y reconoció que, para llevarla a cabo, solo hacía falta “un poco de coraje”. De lo que se trata es de devolver el aspecto original de la arena del Coliseo, cuya actual ausencia permite a los visitantes apreciar el laberíntico entramado de pasillos que transcurría bajo la estructura y que escondía todo tipo de mecanismos destinados al desarrollo del espectáculo que tenía lugar en la superficie.

En un comunicado, los asesores se dicen “favorables a la reciente propuesta de reconstrucción de la arena” ya que, de ese modo, se “podrá ofrecer una mayor oportunidad de comprensión y disfrute” de este edificio, mandado construir en el año 71 por el emperador Vespasiano. Asimismo abren la puerta a que, una vez sea recuperada la zona, pueda acoger “iniciativas culturales compatibles con la correcta conservación del monumento”.

Bajo la estructura, esos laberintos que pueden verse actualmente al aire libre se convertirán previsiblemente en un museo que mostrará las complejas máquinas escénicas y los montacargas que se empleaban para subir a la arena todo tipo de bestias y decorados. Pero los planes para el Coliseo no se quedan ahí sino que la comisión también se declara a favor de recuperar el aledaño Ludus Magnus, el lugar donde entrenaban los gladiadores. Para este yacimiento arqueológico la comisión prevé “un proyecto innovador”, basado en una estructura que lo cubra y haga de la zona “una plaza” accesible y abierta a “diversas actividades”.

Tras el voto positivo de la comisión, solo falta que el Ministerio presente un proyecto definitivo sobre la viabilidad del plan y especifique la financiación con la que se llevará a cabo. De acuerdo a los datos de la dirección del Coliseo revelados por los medios, esta obra podría suponer un coste de 25 millones de euros que el Ministerio y Roma, según las mismas fuentes, ya estarían recabando. Pero el Coliseo y el Ludus Magnus serán solo parte integrante de un proyecto de mayor envergadura, el que configurará la “mayor área arqueológica urbana del mundo”, en palabras de los expertos.

El corazón de la ciudad es una enorme superficie repleta de ruinas que han marcado el desarrollo urbanístico de la capital del Tíber durante el transcurso de los siglos. Los asesores han delimitado un “cuadrilátero” urbano que englobaría los principales yacimientos de esta ciudad: De la céntrica plaza Venecia, pasando por los Foros Imperiales, el Coliseo, la Colina Oppio, el Campidoglio, el Teatro de Marcelo, el Foro Romano hasta llegar al Palatino y el Circo Maximo, destinado actualmente a actividades de carácter lúdico. Para esta zona proponen, entre otras cosas, mejorar los accesos, establecer una ruta turística clara, peatonalizar las vías adyacentes -que solo serán recorridas por una línea de autobús eléctrico-, y decretar la gratuidad del acceso a los distintos foros para todas las personas que acudan a visitarlos.